El “concierto solista”.
La invención del concerto a solo se atribuye a Torelli , quien compuso varios de ellos para violín y para trompeta; la perfección del género en Italia se alcanzó con Vivaldi y con Tommaso Albinoni (1671-1750). Este último es autor de un incisivo uso del contrapunto y de un gran refinamiento melódico y expresivo, especialmente en sus conciertos para oboe (su rivalidad con Vivaldi fue notoria).
J.S. Bach en su juventud estudió acuciosamente a los italianos, copiando sus partituras y transcribiéndolas para teclado (órgano y clavecín) . Sin embargo, son sus propios conciertos ---para clave, para violín y los cinco brandenburgueses (exceptuando el 3 y el 6, que son concerti grossi) los que constituyen la cima de este género.
También destacó en esta forma musical Telemann, quien utilizó todas las combinaciones de instrumentos solistas; el más bello de sus conciertos es el de viola, en cuatro movimientos.
En Francia, el violinista y compositor Jean-Marie Leclair (1697-1764) adoptó este género italiano con bastante buen resultado; también lo hizo Michel Corrette (1709-95), gran plagiario (convirtió en cantata “Las cuatro estaciones “ de Vivaldi; es decir, les “puso letra” a los cuatro conciertos).
Fuente: APUNTES DE
HISTORIA DE LA MÚSICA MODERNA
(1500-1900).
Raúl A. Simón Eléxpuru
2006.