Saussure y Peirce
Tradicionalmente se considera que los pilares de la
semiótica provienen de la obra de dos grandes pensadores: el lingüista suizo
Ferdinand de Saussure (1857- 1913) y el filósofo estadounidense Charles S.
Peirce (1839-1914). Aunque son estrictamente contemporáneos, estos nunca se
conocieron ni tuvieron noticias de su trabajo: murieron ignorándose mutuamente.
Ambos ofrecieron sendas definiciones del “signo” y profetizaron la aparición de
una ciencia o disciplina que se ocuparía de su estudio. Esto condujo a los
semiólogos de mediados de siglo XX a erguir a ambos autores como fundamento de
la naciente disciplina. Gran parte de las semióticas se han construido sobre
esta convicción.
Sin embargo, existen diferencias sustanciales tanto en el modo
en que cada uno concibió al signo como en los fines que perseguían sus
respectivas teorías. Saussure estaba delineando una teoría que revolucionaría
el estudio de las lenguas naturales.
Sus fundamentos fueron desarrollados por la lingüística
estructural (y sus subdisciplinas) y otras semiologías estructuralistas
aplicadas a otros ámbitos de la cultura. Peirce, en cambio, desarrollo su
semeiotic en el marco de una apuesta intelectual muy distinta. Él pretendía
reorganizar bajo las bases de la filosofía pragmatista norteamericana los modos
en que concebimos el concierto de las ciencias y todas las actividades de
producción y generación de conocimiento. La de Peirce no es una teoría del
lenguaje, sino una metateoría del conocimiento. Su pensamiento es tan rico,
complejo y, en cierto sentido fragmentado, que aún estamos lejos de alcanzar
una síntesis consensuada de sus ideas (en lo personal no creo que se logre
jamás). Por otro lado, nuevas disciplinas y paradigmas emergentes de
investigación, como las ciencias cognitivas, a menudo descubren posibilidades
insospechadas en sus escritos. Esto contribuye a que cada día se produzcan
interpretaciones diferentes del potente torrente heurístico de su pensamiento.
Definitivamente, más allá de las coincidencias lógicas, ambos autores no
estaban trabajando sobre lo mismo.
Así las cosas, otros especialistas sostienen que no existe
un vínculo inextricable entre los principios de la semiología de Saussure y de
la semeiotic de Peirce y que, una vez rebasada la efervescencia del paradigma
estructuralista es posible (y quizá deseable) impulsar el pensamiento semiótico
de Peirce sin el lastre de las tradiciones estructuralistas. Para muchos, la
semiótica en general y la musical en particular, no nace aún…
Fuente: Semiótica, semiótica de la música y semiótica
cognitivoenactiva de la música
Notas para un manual de usuario.
Rubén López Cano
lopezcano@yahoo.com,
www.lopezcano.net
Escola Superior de Música de Catalunya
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